EL PEZ

12/10/2009

Essa postagem vai para o professor Moacir. É sobre a pergunta da última aula (que não fui, estava chovendo). Escrevi no diário de espanhol, mas resolvi postar também e aqui vai minha resposta. (agora com as correções)
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Tarea de la última clase: escribir sobre el PEZ. Si es o no un texto. Vamos a ver. Con cosas muy locas al principio.

- ¿Es un pez un texto? Me pregunta el profe. Pienso un poco y me quedo sin uma sóla palabra. Entonces él nos dice que viajemos en la mayonesa. No!... en la mayonesa, no. Me voy al água para saber, para contestar. Y empiezo:

Si yo fuera un pez, no importa si de água dulce o salada, un otro pez para mí sólo sería un compañero de nado. Un pez para mí sería aquel con quien haría parte de un cardumen. El instinto me haría entenderlo como mi semejante, pero no podría tener en ello un texto por que mi naturaleza no vive de las palabras...

Si yo fuera un pelícano, para mí un pez jamás sería un texto, pues para nosotros – los pelícanos, los pezes son la comida con la cual saciamos nuestra hambre. Si aparecen en la superficie del água, los peces son alimento y ya les vamos a comer. Nunca leer. Nuestra cabeza de pelícano no entiende de textos...

Si yo fuera un niño, que tiene un acuario, para mí el pez sería un animalcito que le doy de comer a veces y le veo nadar, nadar, nadar y nadar. Nada más. ¿Texto? No... para mí un texto debería tener letras y para mí el pez no tiene letras. ¿Cómo será entonces un texto?

Si yo fuera un pescador, un pez sería el motivo que me lleva al mar por días en mi barco. Sería el motivo para quedarme lejos de la tierra y de mi casa. Sería mi sustento, mi trabajo, mi búsqueda, mi camino. ¿Sería un texto? No. Creo que no te contestaría eso. Si me preguntaran sobre que pienso del pez, pronto les diría: es mi vida. Es el mar y el sol, es la naturaleza haciéndome vivir. Pero un texto, no. No lo pensaría así, porque igual al niño, el texto necesitaría letras.

¿Y si yo fuera un linguista? Ah, bien. De esa manera hay que pensar, pues tendría tantas discusiones.
Entendería que para un regilioso el pez tiene el significado de resurrección, relacionándose con la vida de Jesús. Y pensaría que podría leer un pez sob ese aspecto, y buscaría maneras de decir lo que pienso sob la óptica del abordaje linguístico con que trabajara.
Entendería que podría ver el pez como la actividad del pescador, su red al mar, su barco a lo lejos en el horizonte, su familia esperándole. Podría leer esa actividad a través de las escamas del pez y imaginar los significados que tiene en la vida del pescador. Todavía sería sólo IMAGINACIÓN.
Si yo fuera un linguista tendría un enunciado para entender. Si lo entendiera, es verdad. Y haría grandes discusiones sobre el asunto, buscando muchas y variadas teorías que piensen en el enunciado y en el texto. Charlaría por horas con la gente.

Al final de todo pienso: para mí un pez no es un texto. Ah, bien me dirás. ¿Chica, vos pensás eso? Si, yo pienso. No hay razones para pensar demasiado. Digo eso y me río.

Leo cosas sobre Bajtín, Marcuschi, Koch que hablan del texto y cuando veo un texto no consigo imaginarme leyendo un pez.

Y cuando hablo la palabra pez, estoy enunciando una palabra que puede ser entendida de distintos modos. Entonces, paso a ampliar el horizonte y digo que el pez puede ser considerado un signo, dentro de la Semiótica, que es un tema nada fácil y no me atrevo a escribir sobre ello, al menos ahora. Y por fin termino con Bronckart (1999 apud BALTAR, 2009) “[...]chamamos de texto toda a unidade de produção de linguagem situada, acabada e auto-suficiente (do ponto de vista da ação ou da comunicação)”. {Sobre os gêneros textuais – UCS Produtore}

Algunas veces el pez va a ser un texto, otras sólo un pez. Eso depende de cual lente vos usás para verlo.

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